16 febrero 2008

Sobre gustos

Me gusta viajar en tren, de espaldas. Me gusta ver cómo todo se aleja lentamente...

13 febrero 2008

El plan es que no hay plan

Es bien sabido que los planes improvisados son los mejores, y que nunca defraudan. El pasado sábado, antes de comer, un amigo me proponía un plan genial para la tarde, si no tenía nada que hacer, pero se negaba a contarme en que consistía, era sorpresa, dependía de mi atreverme o no. He de decir que tengo una cierta obsesión por tenerlo todo controlado y los planes bien atados, por tanto, este plan sorpresa me descolocaba bastante, y aunque pensé seriamente el rajarme, la curiosidad me pudo; además, era conocido, nada malo me podía pasar.
El caso es que allí estaba yo, sin saber a dónde iba, y sola, porque el susodicho no aparecía. Llegué a pensar que era una broma pesada, o que alguien me estaba observando escondido, riéndose de mi, la tensión hace estragos. Cuando por fin apareció echamos a andar, hasta que le pregunté que qué magnífico plan tenía preparado.
"Ah, no se, ¿te apetece ir al Carmen?".
Estado de shock momentáneo ante mi estupidez, pero me tuve que reír porque fue original, y consiguió mantenerme en vilo. Si es que la curiosidad...
Pero he de reconocer que me lo pasé realmente bien, que no había cámaras ocultas, y que fue agradable y espontáneo. Tendré que dejar el miedo a lo desconocido apartado por un tiempo.

04 febrero 2008

La cuesta de enero

Fin de exámenes y de vuelta a casa por unos días. Repasando el mes de enero descubro que ha sido desastroso, hagamos balance:

Primer examen. Día y medio para estudiar gracias a las entregas de trabajos anteriores. Imposible estudiarse el temario de historia de la arquitectura si se pretende superar un test de reconocimiento de obras arquitectónicas, aportando datos de nombre, autor y década (década!!) en la que fue construída. Decidida a probar suerte con la teoría de "lo que ya lleve estudiado no lo tengo que estudiar después" o "¿y si cae?", me presenté al examen. Conclusión: un no presentado. Era de esperar, en el test sólo reconocí la mitad de las obras y en la parte de desarrollo no cayó nada de lo que me había leído. Yo y mi suerte, típicos...

Segundo examen. Con mejor pinta que el anterior o al menos con esperanzas. Parte teórica con posibilidades, parte práctica, nos vemos en julio. Con pillada de consultar con la compañera incluida. ("Hablar con el compañero y copiar en los exámenes no está permitido, y lo digo más concretamente por vosotras dos", apunte textual de "El Calvo").

Tercer examen. Sin duda, este es el mejor. Sobre todo cuando, habiendo estudiado sólo un día y medio debido a que te has estado preparando el examen de después por la mala organización del calendario, te das cuenta la noche de antes, de que de los dos libros de 300 pags. que te entran, te falta uno de ellos. Aquí es cuando vienen los aplausos por mi lucidez. (He de aclarar que no toda la culpa es mía, sino del profesor, por explicar erróneamente que había apuntes en la microweb de la asignatura, mentira!!). También se puede destacar que años antes no se hacía examen de esta asignatura, pero que este año, el profesor lo ha considerado oportuno, qué suerte tengo... O si no cuando al repartir el enunciado, ante cualquier duda, dice: "Son 5 preguntas cortas, no hace falta que escribais más de un folio por cada una". Personalmente, no tengo palabras... (¡¿Cuánto ocupa una pregunta larga?!)

Cuarto y último. El más temido, dado que 5 días antes del aconteciemiento no teníamos ni idea qué iba el examen, porque nuestro sarcástico profesor explica no se para quién. Una vez sumergida en el mundo de las estructuras me doy cuenta de que no es tan difícil una vez que sabes de qué va la cosa, el problema es cuando olvidas el factor "cabrón" y te encuentras con que te ha revuelto los datos y se los ha sacado de la manga, por no decir que te entrega cosas que no has usado en la vida. El factor sorpresa sí que mola, dicen que eso del riesgo da un morbo...

Mal de muchos, consuelo de tontos, dicen. O si no, el consuelo de los estudiantes: el curso acaba en septiembre.

02 febrero 2008

Juno


Pese a mi desconexión del mundo real, abstraída por el agotador y estresante mundo de la arquitectura, me enteré del estreno de Juno, una comedia americana sorprendentemente nominada a 4 Oscar, y supe que no podría pasar sin verla. Y así fue. El fin de exámenes me lo ha permitido, y qué feliz me siento.

Me encanta este tipo de películas aparentemente inofensivas, sencillas y con un fondo tierno y diferente.



PD.- Si es que como le he dicho a mi madre, necesito novio si quiero volver a retomar la "etapa cine", espero no estar perdiéndome demasiado...