Hace un par de días alguien me hizo una pregunta inocente:
"¿Te consideras una oveja?" (se entiende por oveja de la sociedad, para los malpensados).
Acto seguido y sin dudarlo respondí que efectivamente, no. Pero es ahí donde nos pusimos a meditar: ¿Hay alguien que realmente se considere un borrego de la sociedad? No creo que nadie sea tan tonto de pensar algo así de sí mismo... Y por otra parte, todos somos borregos, de alguna forma y otra, creo que está implícito al formar parte de una sociedad, si no, seríamos seres aislados...
Y he estado desde entonces dándole vueltas a la cabeza para saber porqué sí y porqué no soy una ovejita.
La primera vez que recuerdo sentirme como "una más del montón" fue la primera vez que compré bebida para hacer botelleo (o botellón). Hasta hace un año y poco yo no bebía, y me sentía especial por eso, porque era la más sana y la que mejor se lo pasaba en las fiestas, no necesitaba el alcohol para divertirme. Pero la sociedad pudo conmigo y me indujeron a beber, fui débil y caí. Ovejita número 1.
Ovejita número 2: me gustan las zapatillas Converse. Me estoy haciendo fashion victim... Eso sí, siempre con estilo propio.
Ovejita número 3: me junto con el resto del rebaño algunos jueves y sábados en un establo llamado discoteca. Y me encanta.
Pero me distingo de los demás en algunas pequeñas cosas...
Especial número 1: me pinto las uñas de los pies de un modo un tanto estrambótico.
Especial número 2: llevo un mechón de pelo más largo que el resto, proveniente de una trenza de padawan (aprendiz de caballero jedi). Sí, lo se, soy una friki, pero los frikis no son borregos...
Especial número 3: cuando voy por la calle tiro la basura a las papeleras (esto parece absurdo, pero es que la moda ahora es tirarlo todo al suelo).
Por ahora no se me ocurre nada más, pero no aparcaré este tema, seguiré meditando...
Adjunto una foto de mi última creación con las uñas de los pies, son feos, lo se. Mi madre solía decirme que se parecen a los de un anuncio de televisión de hace unos cuantos veranos en los que para anunciar la cerveza Cruzcampo, un pie marciano del tamaño de un chiringuito playero, hacía una ola con sus verdes dedos de los pies. Mi madre siempre tan adorable...

Ah, no quiero olvidarme de felicitar a una persona en el día de su "no cumpleaños". :D
"¿Te consideras una oveja?" (se entiende por oveja de la sociedad, para los malpensados).
Acto seguido y sin dudarlo respondí que efectivamente, no. Pero es ahí donde nos pusimos a meditar: ¿Hay alguien que realmente se considere un borrego de la sociedad? No creo que nadie sea tan tonto de pensar algo así de sí mismo... Y por otra parte, todos somos borregos, de alguna forma y otra, creo que está implícito al formar parte de una sociedad, si no, seríamos seres aislados...
Y he estado desde entonces dándole vueltas a la cabeza para saber porqué sí y porqué no soy una ovejita.
La primera vez que recuerdo sentirme como "una más del montón" fue la primera vez que compré bebida para hacer botelleo (o botellón). Hasta hace un año y poco yo no bebía, y me sentía especial por eso, porque era la más sana y la que mejor se lo pasaba en las fiestas, no necesitaba el alcohol para divertirme. Pero la sociedad pudo conmigo y me indujeron a beber, fui débil y caí. Ovejita número 1.
Ovejita número 2: me gustan las zapatillas Converse. Me estoy haciendo fashion victim... Eso sí, siempre con estilo propio.
Ovejita número 3: me junto con el resto del rebaño algunos jueves y sábados en un establo llamado discoteca. Y me encanta.
Pero me distingo de los demás en algunas pequeñas cosas...
Especial número 1: me pinto las uñas de los pies de un modo un tanto estrambótico.
Especial número 2: llevo un mechón de pelo más largo que el resto, proveniente de una trenza de padawan (aprendiz de caballero jedi). Sí, lo se, soy una friki, pero los frikis no son borregos...
Especial número 3: cuando voy por la calle tiro la basura a las papeleras (esto parece absurdo, pero es que la moda ahora es tirarlo todo al suelo).
Por ahora no se me ocurre nada más, pero no aparcaré este tema, seguiré meditando...
Adjunto una foto de mi última creación con las uñas de los pies, son feos, lo se. Mi madre solía decirme que se parecen a los de un anuncio de televisión de hace unos cuantos veranos en los que para anunciar la cerveza Cruzcampo, un pie marciano del tamaño de un chiringuito playero, hacía una ola con sus verdes dedos de los pies. Mi madre siempre tan adorable...

Ah, no quiero olvidarme de felicitar a una persona en el día de su "no cumpleaños". :D