Esta noche siento unas incontenibles ganas de llorar. Quiero pensar que esto es una mala racha, que vendrán tiempos mejores, que recuperaremos los momentos que nos hacían únicos, que volveré a sentirme especial. Esperanza… Dicen que la ilusión es lo último que se pierde, pero, y si la pierdes, ¿no te queda nada? Yo me aferro a mis ilusiones, a lo que en un principio me devolvió la vida, mis principios, mi sentido; pero éstas se me escapan, observo inmutable cómo se pierden en un instante, cómo todas las ilusiones que un día deposité en un empeño se van, simplemente se van, y me pregunto por qué, qué ha cambiado para que ya no haya ilusión.
Soledad… Me reconforta la sensación de ver a una persona después de mucho, y poder decir “es como si no hubiera pasado el tiempo”, y ahí es cuando realmente te das cuenta de que ciertas personas están cerca pese a estar lejos, porque hay algo que las conecta contigo, porque están ahí cuando las necesitas, porque algo, algún día, forjó una relación duradera. Pues bien, añoro esa sensación, contigo, porque me siento sola aun teniéndote cerca, porque te necesito, y siento que no estás, porque te quiero, te quiero, te quiero… y no me cansaría de decirlo si no fuera porque sólo oigo mi propio eco, y de nada me sirve pensar en los momentos que me elevaron a lo más alto, porque ahora no los siento...
Porque un “lo siento” cura todo lo pasado, pero no sirve de comodín en un futuro…
A veces siento que vivo enganchada de una idea, pero me gusta esa idea, por eso me aferro a ella. Y pienso que volvería a apostar por todo lo que aposté en aquella ocasión, incluso me desenfrenaría más, todo por exprimir cada momento a tu lado, por sentirme feliz unas horas, y volvería a pasar por esto, y me sentiría feliz al añorarte porque eso significaría que tengo motivos para hacerlo, y me sentiría infeliz al añorarte porque eso significaría que te añoro, y si te añoro es porque no estás conmigo…
Y mientras corto este llanto por no inundar mi blog con mis lágrimas, sigo sintiendo unas incontenibles ganas de llorar…
Soledad… Me reconforta la sensación de ver a una persona después de mucho, y poder decir “es como si no hubiera pasado el tiempo”, y ahí es cuando realmente te das cuenta de que ciertas personas están cerca pese a estar lejos, porque hay algo que las conecta contigo, porque están ahí cuando las necesitas, porque algo, algún día, forjó una relación duradera. Pues bien, añoro esa sensación, contigo, porque me siento sola aun teniéndote cerca, porque te necesito, y siento que no estás, porque te quiero, te quiero, te quiero… y no me cansaría de decirlo si no fuera porque sólo oigo mi propio eco, y de nada me sirve pensar en los momentos que me elevaron a lo más alto, porque ahora no los siento...
Porque un “lo siento” cura todo lo pasado, pero no sirve de comodín en un futuro…
A veces siento que vivo enganchada de una idea, pero me gusta esa idea, por eso me aferro a ella. Y pienso que volvería a apostar por todo lo que aposté en aquella ocasión, incluso me desenfrenaría más, todo por exprimir cada momento a tu lado, por sentirme feliz unas horas, y volvería a pasar por esto, y me sentiría feliz al añorarte porque eso significaría que tengo motivos para hacerlo, y me sentiría infeliz al añorarte porque eso significaría que te añoro, y si te añoro es porque no estás conmigo…
Y mientras corto este llanto por no inundar mi blog con mis lágrimas, sigo sintiendo unas incontenibles ganas de llorar…
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