24 marzo 2008

Más que mil palabras

A veces te das cuenta que no son mejores amigos los que pasan más tiempo contigo. Te das cuenta que existen personas especiales, que un detalle vale más que mil ratos, un gesto, una conversación, una sonrisa, un distanciamiento, un malentendido...
Hay personas que entran en tu vida sin saber por qué, no de la mejor manera, quizá en un buen momento, quizá no, pero antes o después te das cuenta de lo que valen y lo que significan para ti. Y las echas de menos si no están.



A todas las pequeñas grandes personas que me rodean, que me dicen "melona" por ser un poco tonta, que me desvían de tema para arrancarme una sonrisa o evitar una lágrima, que descifran una mirada, que guardan cosas especiales para enseñarlas en el momento adecuado, que hacen sentir que no pasa el tiempo, que no necesitan pedir perdón...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sólo cuando estas a punto de perderlas es cuando te das cuenta de lo importantes que son. A veces esos detalles pasan inadvertidos... por lo menos para mí, y cuando los valoro, ya es demasiado tarde.

Amantea dijo...

Es triste que funcionemos así, pero pasa muchas veces. Mi lema es actuar de forma que no me arrepienta nunca de lo que hago, aunque últimamente me está fallando.
Casi nunca es tarde para nada, quizá valorar los detalles un poquito después sea el inicio de una consolidación.