Hay momentos en la vida en los que se atraviesan malas rachas, en los que la mala suerte nos acompaña a todos lados, en los que nos encerraríamos en una burbuja cubierta de mantas para llorar y llorar a moco tendido por las desgracias que nos inundan...
A veces esas rachas se cogen del brazo de la alegría, de la positividad, de las ganas de seguir p'alante, de la energía y sonrisas y lágrimas incontenibles. Y es lo mejor. Ahí es cuando una persona valora lo que realmente es la felicidad, y se siente feliz, porque lo bueno que tiene es bueno de verdad. Quiero gritar...
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2 comentarios:
yo quería llorar y me puse a sonreir...
http://www.goear.com/listen.php?v=f4ce5ec
:)
Las malas rachas existen tanto como las buenas rachas, sólo que las buenas rachas pasan en parte más desapercibidas y las que más te joden son las malas, obviamente. Más tarde o más temprano te llega una y otra, quiero creer en el karma al menos.
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