10 mayo 2007

Compartir

Siempre he pensado que compartir es de lo mejor que tenemos en las relaciones humanas, compartimos pertenencias, más o menos preciadas, compartimos apuntes, compartimos momentos, compartimos secretos... He tenido la ocasión de compartir algo que pocas veces había compartido, dolor. Y ha sido reconfortante.
Te ayuda, te libera, te desahoga, y creo que lo mejor de todo, te permite conocer a la otra persona, y a ti mismo. Te permite descubrir cosas que hasta entonces no habías pensado, en las que es difícil reparar por uno mismo, y que sólo por compartirlas, se ven más claras. Ahora siento menos soledad, y quiero un poco más... También soy un poco menos ingenua, y un poco más infeliz, pero también más feliz, porque soy como soy, y no tengo culpa de no ser de otra manera.
Una vez más, descubro lo injusto que es el mundo, quién pudiera dar la vuelta a las cosas...

Mientras tanto, me mantengo flotando, intentando no caer, y queriendo a quienes me quieren, aunque esté por debajo de la media de maquiavelismo. Si es que realmente soy ingenua...

No hay comentarios: