En lo más profundo de ningún lugar

And so it is, just like I said it would be...

No puedo más. De repente y casi sin ningún motivo me he derrumbado. Y siento que no puedo más. Necesito que todo esto termine, pero realmente no se qué va a terminar, si todo va a seguir igual. Excusas, mentiras, conspiraciones... todo a mi alrededor y no me queda otra que hacer como que no me entero de nada. Ausente, sonrisa forzada, mirada perdida, todo un imposible para no echarme tierra encima, para no ahogarme en mi soledad. Pero, ¿de qué me sirve? Esfuerzos en vano que estallan cuando no aguantan más en este pequeño y dañado corazón. Y aquí estoy... Sigo machacada, aplastada y hecha trocitos, porque nada ha cambiado, ningún intento de abandonar el ego y preocuparse por quien una vez fue algo más que un obstáculo al pasar, un impedimento para acampar libremente en mi refugio.
Y mientras escribo esto me repito que no merece la pena, que no te mereces que una tras otra, todas mis entradas en este triste y apagado blog sean para ti. Tampoco te mereces ni uno de mis pensamientos, ni uno de mis minutos ni de mis lágrimas malgastadas en ti, ninguno de mis preciados sueños, que ahora me inquietan y me engañan cada noche, por tu culpa... No mereces nada de esto, pero yo tampoco. No es esto lo que yo buscaba, tremenda decepción. Qué injusta es la vida. A veces querría una sola razón que me justificara todo lo que ha ocurrido, una sola que me dejara tranquila la conciencia ya por fin, pero se que aún teniendo la mejor de las razones delante de mi, me sabría a poco.
Estoy condenada a estar así, ¿por cuánto tiempo? Ahora me encuentro en lo más profundo de mi misma, de ningún lugar. Tan solo quisiera saber el motivo de mi condena...